Happy

Mike Leigh autor de melodramas sociales como Secretos y Mentiras o El secreto de Vera Drake aborda una película que derrocha felicidad y optimismo en cada fotograma … difícil de creer, verdad?

Todo sea dicho al comienzo de la película, una estupenda Sally Hawkins (Poppie) nos aborda con una dosis de simpatía y buen humor a prueba de bomba, absolutamente contenta con su vida, tan indecentemente feliz que uno puede pensar que le falta un hervor, pero hay esta la Hawkins, León de Oro en el ultimo festival de Berlín por esta película, que consigue con su interpretación hacer que no nos saque de nuestras casillas.



El robo de la bicicleta de la joven (y treintañera) protagonista la lleva a tomar la decisión de sacarse el carnet de conducir, claro que el profesor que le toca es todo lo opuesto a ella, un amargado de la vida que esta todo el día enfrentándose a la vida, su relación a lo largo de la película pondrá a prueba la dobledosis de felicidad en vena que lleva la protagonista.

Pero, entre tanta happicidad sale ese resquemor de Leigh sacando su punto de critica social que no puede evitar esta vez envuelto en una golosina de película, una pelicula en la que lo unico que hacemos es entrar en diversos episodios de su protagonista con el entorno que la rodea mientras que ella se enfrenta con su aplastante optimismo a todo lo que se le pone por delante. No aporta gran cosa, es excesivamente larga pero por lo menos consigue hacerte salir con una sonrisilla.

Eso si, el episodio de la clases de flamenco de la protagonista con todos los tópicos de la cultura española directamente olvidables.

Aquellos que la comparan con Amelie … como que no.