Dune

En algún momento de enajenación mental, a los grandes estudios se les ocurrió coger a David Lynch para dirigir la superproducción del momento, Dune (1984), adaptación de las novelas de Frank Herbert , que es algo así como darle a Michael Bay una película intimista y de bajo presupuesto (y sin que salgan banderas americanas) , vamos lo que viene siendo una locura, en que estaria pensando Dino de Laurentiis cuando se puso a producir la película...nadie lo sabe, así que el intento de hacer una nueva franquicia tipo Star Wars, fracaso estrepitosamente y la cinta paso directamente al selecto club de “película de culto”.

Por el camino nos tenemos que tragar un grandes relatos de estos que telecinco parte en cuatro trozos y disemina a lo largo de la semana en horarios imposibles, con William Hurt luciendo palmito. Directamente espantosa.



Pero (siempre hay un pero) algún alocado productor (que no repetira el Laurentiis) se ocupará de la remasterizara a los nuevos tiempos, quiere decir que muchos miles de millones para efectos especiales de ultima generación, algún director epiléptico sacado de la escuela moderna del videoclip que nos deleite con un montaje frenético e imposible seguir para la vista humana, actores…bueno o algo parecido con lo que rellenar los títulos de crédito que aquí los dólares van a los FX, y si de paso pueden sacar para una triología mucho mejor…

Mientras que no les salga una Brújula Dorada, veremos de nuevo a la casa Atreides y la casa Harkonnen en el cara a cara por la preciada Especia.