viernes, 25 de julio de 2008

El Principe Caspian



Dos años después de “El león, la bruja y el armario” retomamos la adaptación cinematográfica de la obra de C.S. Lewis, con el mismo director (Andrew Adamson ) y los mismos niños que han crecido y se han vuelvo mas repelentes (sí, eso es posible), haciendo un clásico de las segundas partes cuando la primera tiene éxito: “más largo, más grande, más espectacular…” que la anterior (y correcta) entrega.


Aquí nos presentan a Caspian (Ben Barnes), príncipe heredero hasta que nace el primogénito del malvado y maquiavélico Mirnaz (Sergio Castellitto , la reina del tirano interpretada por nuestra Alicia Borrachero) que pretende usurpar el trono cargándose al mequetrefe convirtiéndolo en un alfiletero. Logicamente el niñato escapa y haciendo uso de un artefacto mágico los cuatro niños (que en su tiempo fueron reyes de tan cotizado lugar) regresan a Narnia.


A partir de este momento tenemos interminables secuencias documental de “Nueva Zelanda, lugar de vacaciones”, alargando innecesariamente el metraje de la cinta. La cosa, todo sea dicho, no da para mucho: los niñatos se encuentran con Caspian que ya reclutó su mini ejercito de Narnianos dispuestos a echar a su tío del trono y volver a los tiempos gloriosos de antaño, que suponen que son gloriosos porque no vivieron en esa época y se tienen que creer lo que pone en los manuscritos que dejan los escribas pelotas del reino al servicio de sus graciosas majestades, que pagan el sueldo y no es plan de llamarlos ineptos, inadaptados, incompetentes o cosas parecidas, que la guillotina esta a la orden del día… Bueno, retomando trama: los niñatos se encuentran con el futurible rey y entramos en esa dinámica rifirrafe de macho dominante con exceso de testosterona portando espadas de dimensiones XXL con las que batirse en ridículo duelo… después de un par de improperios, se acaba el momento documental de la dos "especies en época de celo" y pasamos a la reconciliación, a quererse mucho y a ser amiwitos retozando por los bosques de tan mágico lugar y de paso luchando en un frente común… En fins…

La cosa queda de la siguiente manera: ¡¡¡en un lado del ring, los Narnianos!!! (abucheos) con los mequetrefes huérfanos londinenses y el plus añadido del sumiso príncipe que hace caso a todo lo que digan los fulanitos recién llegados; ¡¡¡y en el otro lado del ring, los Telmarines!!! (aplausos y jachondas con pancartas) con el malvadísimo Mirnaz a la cabeza que quiere exterminar a los Narnianos, a los niñatos, al insufrible principito y doblegar el reino a su antojo; por cierto, la estética de los Telmarines de marras está basada en las pinturas del Greco y en las armaduras de los conquistadores españoles… Bueno, adivinen quién gana… (las jachondas son peloteras y le dan la vuelta a las pancartas que animan al equipo ganador).


Tras dos horas y mucho de metraje aparece el puñetero León Aslan (voz original de Liam_Neeson) poniendo fin a las hostilidades con tres rugidos, dos movimientos de melena y un zarpazo mal dado… Me pregunto yo, ¿tendrá el DVD en lugar de “versión extendida” una nueva opción de “versión resumida” donde el bicho melenudo sale a la media hora y acaba con el sufrimiento del espectador?


Caspian se queda de rey chachi y buen rollista haciendo posible que los Telmarines y los Narnianos vivan juntos y felices en paz armonía, zoofilia con animalitos parlantes garantizada. Los niños vuelven a casa, y mientras tanto al León se le mueve la melena de FX divinamente…


Épica cero; espectáculo, más bien poco; personajes todos ellos insufribles a más no poder; diálogos sonrojantes; eso sí, para el 2010 regresan con “El lucero del alba”. Yo les prometo mi ausencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hijo de puta