martes, 22 de julio de 2008

La Niebla


Frank Danabork toma de nuevo un relato de Stephen King para llevarlo a la pantalla grande tras Cadena Perpetua y La Milla Verde.


En este caso se aleja del ambiente carcelario y se pasa al susto, tensión, nervios estomacales por doquier… Bueno, al menos ésa es la intención, porque efectivamente asusta (de lo aburrida que es), tiene mucha tensión (porque parece que no termina nunca), y nervios estomacales son los que produce el remordimiento de pensar que estas pagando por ver eso…


La historia/argumento es sencillita para no tener que pensar mucho: un pueblo de estos perdidos de la mano de todo Diox se ve cubierto por una niebla; ante el acojone de tal evento, varios de los lugareños se refugian en un hipermercado, para que los bichos que pueblan dentro de la niebla no se los coman, mutilen o practiquen recetas de alta cocina sacadas del último libro de Ferran Adriá.


Y ya sabemos, por estos productos de convivencia televisiva tipo "Gran Hermano", que tanto fulano junto durante más de dos horas en un espacio de dimensiones reducidas es malo para la salud, que las emociones se magnifican mucho y se te quedan a flor de piel, y no sabes a quien ponerle la pierna encima para que no levante cabeza... Así empiezan los roces y las tensiones entre los concursantes del reality del terror, formándose los dos clásicos bandos: uno presidido por la fanática religiosa que mire donde mire sólo ve señales del Apocalipsis y que, además, apuesta sin dudar por un sacrificio diario para saciar la gula de los bichos que pueblan la niebla (las nominaciones al corderito del sacrificio las pone ella, que para eso es la loca religiosa local), y claro, el otro grupo donde están los protas, que son los librepensadores buen rollistas, progres, sin ataduras religiosas, que son capaces de resolver toda situación sin llevar a cabo las atrocidades de los otros fulanos (vamos, una panda de jipipollas).


En fin, personajes mas planos que Keira Knightley antes de pasar por el Photoshop; diálogos repetitivos, insultantes y sonrojantes (vamos, un abrir la boca y cagarla por parte de cualquiera de los fulanos que se pasean por la película); unos actores de tercera que dan más miedo que toda la troupe de monstruos que pueblan la cinta… Añadimos unos efectos especiales de telefilme de sobremesa, resultado: un sopor…con un final que cuanto menos incomoda y sorprendente (pero para eso tenemos que aguantar el resto de castaña). Al menos las palomitas no estaban rancias.


Para aquellos de curiosidad malsana, la niebla surge de un experimento del ejército que está apostado en unas montañas cercanas donde por error abren un bujero a otra dimensión y sale todo mal… (sin comentarios)


Y la crítica pone bien este espanto de película… Bueno, también decían que Monstruoso era una maravilla y una nueva forma de entender el cine de terror… en fins...

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